Inspirado principalmente en la cinta de Moebius, Carlos Ballesteros ha destacado su búsqueda de lo que esconde la naturaleza, también la humana. "Es un conjunto, pero cuando intentamos acercarnos a las formas de la naturaleza, aparecen líneas que dan contenido y que expresan un sentimiento", describe el artista, quien invita a dejarse llevar e, incluso, tocar sus piezas, para que el público no sólo vea sino también se deje llevar por el impulso de acariciar las obras, realizadas, sobre todo, en escayola, bronce y mármol.